Berlín celebra 30 años de la caída del Muro

Muro de Berlín 30 años de la caída

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Publicado 07.11.2019 | Celia Martínez

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1989 fue el año del cambio; el año de la celebración, el vértigo y la incertidumbre. Y sobre todo, la constatación de que la caída del muro de Berlín iba a definir un nuevo comienzo para Europa. La noticia de la caída fue tan inesperada como la de su construcción, pero la sensación era diferente en cada berlinés. El paso fronterizo de Bornholmerstrasse fue testigo de la apertura a las 23.00 h. del 9 de noviembre de 1989: gritos, alegría, botellas de champán y abrazos entre berlineses. A partir de aquello, llegó todo lo demás. La ciudad debía reinventarse y asimilar qué iba a implicar la Reunificación. Barrios periféricos como Kreuzberg, Tiergarten o Mitte pasaban a estar en el centro de Berlín, y la lógica urbanística que trajo el muro tenía que borrarse a partir de 1990. Durante muchos años, la ciudad seguiría descentralizada debido a la guillotina ideológica que la había atravesado durante 28 años. De dos ciudades debía concebirse una, pero eso era lo más fácil. Lo más difícil era asumir que este proceso político, económico, urbanístico y emocional iba a implicar dejar atrás muchos referentes culturales que se asumieron como obsoletos (y equivocados) para abrazar otros entendidos como símbolos de progreso y modernidad.

Para el otoño de 1989 se empezaban a respirar en las calles nuevos aires que pedían libertad, y ese verano había sido especialmente complicado para el gobierno de la República Democrática Alemana (RDA) cuando Hungría retiró el Telón de Acero de su frontera con Austria. Antes de que fuera demasiado tarde, muchos alemanes orientales que fueron de vacaciones a Hungría aprovecharon para cruzar a Austria y acceder así a la República Federal. Pero si hubo un punto de inflexión clave para la ciudad fue el 7 de octubre de 1989. La RDA celebraba los cuarenta años de su fundación con su habitual despliegue militar por la Avenida Karl-Marx. Mijail Gorbachov y Erich Honecker fueron testigos –sin saberlo- de la última marcha militar en la historia de la RDA. Mientras tanto, en Alexanderplatz, la plaza más importante de esa pequeña república, se estaban celebrando las Revoluciones Pacíficas, el movimiento popular que llevó finalmente a la caída del muro en noviembre de 1989. Iniciadas en iglesias de ciudades como Leipzig o Berlín, estas manifestaciones fueron debilitando la fuerza de un partido que ya no tenía el apoyo ni de la Unión Soviética. Su razón de ser fue la lucha por la democracia y la posibilidad de elegir, si así lo querían, un modelo socialista; pero en las urnas y siempre dentro de un marco democrático.

Caída muro de Berlín – Wikipedia.org https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Ca%C3%ADda_muro_de_berlin.jpg Autor Xizdos.

Para principios de 1990, manifestaciones musicales y artísticas se extendieron por ciertos barrios de la ciudad en una búsqueda de cambio que, por encima de todo, quería eliminar barreras. Arte urbano y música techno invadieron numerosos espacios vacíos, y símbolos de la división de la ciudad –como el Oberbaumbrücke o el muro- pasaban a representar unión y libertad. Y Berlín del Este empezó a ser la ciudad ansiada por todos. El profundo proceso de transformación que se dio en el nuevo centro del Berlín reunificado se pronunció, más si cabe, en barrios del Este como Mitte, Prenzlauer Berg o Friedrichshain. La llegada, primero de okupas y luego de inversores, el interés turístico y la curiosidad de todo aquel que quería saber cómo era “la otra ciudad”, han hecho de Berlín lo que es hoy: una ciudad compleja, interesante y viva. Comprender su historia más reciente es imprescindible y, tanto para el berlinés como para el visitante, la ciudad ofrece un completo trabajo de memoria que da a conocer su pasado más reciente. Recorrer la huella que dejó el muro –en todas sus vertientes- es clave para adentrarse en aspectos que van mucho más allá de lo aparente y ayudan a entender lo verdaderamente significativo de una ciudad cuyo pasado en realidad es presente.

Hoy Berlín quiere recordar todo aquello. La alegría, la sorpresa, el cambio y el miedo a lo desconocido. Con un nuevo comienzo tan abrupto llegó una nueva identidad que poco a poco ha ido desdibujando las marcas que dejó el muro, pero que no puede curar tan rápidamente las heridas que provocó. Todo se vivió con demasiada intensidad y rapidez, y treinta años más tarde, la ciudad se prepara para mirar atrás y recordarlo. Queremos aprovechar para recomendarte algunos eventos que ha organizado la ciudad. Con el nombre de “Ruta de la Revolución”, se están celebrando desde el día 4 de noviembre hasta el próximo domingo 10, eventos musicales y cinematográficos, charlas o instalaciones de luz y sonido en siete lugares históricos de la ciudad, como la Puerta de Brandeburgo, Alexanderplatz o la East Side Gallery. Además, el 9 de noviembre Berlín se convertirá en un gran escenario al aire libre con conciertos y actuaciones musicales vinculados a los acontecimientos que se dieron entre 1989 y 1990.

Alexanderplatz- conmemoración de los 30 años de la caída del Muro de Berlín el pasado 7.11.2019. Foto tomada por cultour-incoming

Sólo treinta años después de la caída del muro, Berlín tiene mucho que ofrecer a todos los que quieren conocer su historia más reciente. No te pierdas las diferentes alternativas que tiene la ciudad para disfrutar de un otoño lleno de eventos: historia, cultura y memoria se dan la mano en las calles de una ciudad dinámica y cambiante y, sobre todo, con unas tremendas ganas de vivir.

Autora: Celia Martínez García

Las 6 mejores vistas con altura de Berlín

Las 6 mejores vistas Con altura de Berlín

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Publicado 18.06.2019 | María Miguel

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¿Dónde podemos conseguir esa foto panorámica desde las alturas de Berlín? Te contamos nuestro top 6 de lugares más altos de la ciudad para que disfrutes a vista de pájaro de su skyline.

Fuente: iStock con licencia: bluejayphoto Panorámica de la Berliner Dom en el Lustgarten y Alexanderplatz de fondo

La capital alemana se caracteriza por ser tremendamente llamativa. Esta tierra pantanosa que es en realidad Berlín se puebla de arquitecturas que merece la pena divisar desde las alturas, porque los contrastes en la que fue una ciudad dividida todavía son apreciables. Por ello, te recomendamos hoy varios de nuestros puntos favoritos en la ciudad donde admirar Berlín con otra perspectiva.

  1. La Torre de Televisión de Alexanderplatz.

Uno de los principales iconos de la ciudad de Berlín, a breves metros de Alexanderplatz. Visible desde casi cualquier punto de donde te encuentras. Los locales dicen que sabes cúando estás en Berlín o fuera de ella, en el momento que dejas de ver la Torre.

Espectacular mirador con unas vistas 360 grados de todo Berlín. Para cada ventana, hay un cartel que explica sobre lo que se está viendo. Muy recomendable para aquellos que no tengan vértigo. Recomendamos reservar con antelación y evitar las tan molestas colas para entrar. Hay entradas que te garantizan mesa para cenar, tomar un cocktail o ir por libre; una opción ideal para quien pase poco tiempo en la ciudad y quiera degustar un menú sencillo con un toque internacional. Además, preparan bebidas de todo tipo para disfrutar de una sobremesa de altura.

2. La Berliner Dom o Catedral de Berlín.

La Catedral de Berlín (Berliner Dom) en Lustgarten domina la Isla de los museos. La antigua catedral rediseñada por  Karl Friedrich Schinkel en el siglo XIX, con un estilo neoclásico, es la que hoy podemos apreciar. Es una de las joyas más hermosas de Europa y que sobrevive a los ataques de la Segunda Guerra Mundial. La encontrarás justo al lado de la Isla de los Museos y del antiguo Palacio Real de Berlín o Foro de Humboldt.
La entrada cuesta 7€ que con la Welcome Card se queda en 5€ y podrás ver la catedral, además de las vistas del balcón de arriba, a tan solo hay 275 escalones de altura. Lograrás una panorámica de 360 grados a toda la ciudad con un la libertad de situarte en pleno centro de la ciudad con vistas sin techo.

3. Panoramapunkt desde la famosa Potsdamer Platz.

Foto Potsdamer Platz con vistas al DB y Panoramapunkt. Fuente iStock

Con algunos otros edificios ultramodernos, está este edificio diseñado y diseñado por Renzo Piano, muy extraño e inusual. La entrada para llegar al ascensor que conduce al último piso del edificio está supervisada por un portero, y después de pagar el ticket, un extraordinario ascensor súper rápido nos llevará a la cima en unos segundos

Un pequeño balcón en un ángulo agudo, con un gran oso y una parte del Muro y algunos paneles con una interesante foto histórica y una exposición descriptiva sobre el área a continuación. Hasta ahora accesible para las sillas de ruedas, luego algunas escaleras, alcanzadas por casualidad, que se dirigirán hacia los baños. Con la Welcome-Berlin-Card hay un pequeño descuento en el ticket y la posibilidad de un par de binoculares, Visión absoluta y más barata que la torre de televisión.

4. Cúpula del Reichstag.
Este edificio es uno de los más visitados de la ciudad y representa la asamblea del parlamento alemán. Su restauración, se llevó a cabo por el famoso arquitecto Norman Foster entre 1991 y 1999 y tras la misma, se instauró como uno de los edificios más característicos de la historia y arquitectura de Berlín.

Cúpula del Reichstag- Fuente: iStock- Licencia: Nikada

Su entrada es gratuíta, con vistas increíbles y facilidad de disponer de auriculares en español con explicaciones de la ciudad mientras subes la espiral de la cúpula. Perfecto para comprender mejor la razón de ser de esta ciudad, si es la primera vez que la visitas.

¡No olvides reservar con antelación debido a la alta demanda! Te pedirán tu dni o documento de identidad. Para los indecisos de última hora, también hay posibilidad de inscribirse para la visita en un pequeño edificio al lado, pero no te lo recomendamos si vienes pocos días; ya que la alta afluencia de turistas podría dejarte sin horas disponibles.

5. Columna de la Victoria.

La Columna de la Victoria está un poco lejos de la estación de S-Bahn (tren para moverse por la ciudad) más cercana, pero no te preocupes ya que durante la caminata puedes encontrarte grandes parques por los que pasear. Al entrar a los túneles que conectan con la glorieta, te darás cuenta que tienen agujeros de impactos de bala producto de la defensa de Berlín en la II Guerra Mundial. Pero eso no lo es todo, ya que si lo deseas puedes subir a lo alto de este monumento y contemplar gran parte de la plana ciudad. Dependiendo de la época del año, es una gran alternativa para ver una pintoresca puesta de sol.

Este monumento es referente en Berlín, situado en la arteria principal de Tiergarten que la une con la Puerta de Brandeburgo,  por lo que su visita es más que recomendable. La columna es llamativa y está coronada por una estatua bañada en oro de la Diosa Victoria. Se puede acceder por un precio asequible de 3€. Tiene una curiosa historia detrás que merece la pena conocer.

6. Viktoriapark.

El Victoria Park es bastante pequeño para los estándares de Berlín. Sus dos aspectos más destacados: el monumento a Schinkel en la montaña y la cascada artificial. Como esta pequeña montaña obviamente se encuentra en cada guía turística, a menudo es invadida por curiosos, pero puede ser una opción menos transitada para los que le gusta pasear por las calles berlinesas como si fuese un local.

Un hermoso parque escondido en el medio de Berlín. Hay una maravillosa cascada de agua desde la estatua hasta la calle que hace desaparecer la ciudad. Subir todo el camino hasta el monumento le da una vista general de Berlín y es el lugar perfecto para sentarse mientras los atardeceres. También hay un agradable parque infantil para los niños con recintos de animales y restaurantes para tomar una copa de vino a los alrededores.

Entre muchas de los recorridos que ofrece la apasionante Berlín, estas son algunas de las opciones que harán que puedas disfrutar de sus rincones desde las alturas y plasmar con tu cámara excelentes panorámicas o atardeceres especiales durante tu viaje.