Hannover y la Autostadt

Hannover y la Autostadt

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Publicado 20.09.2021 | Celia Martínez

Hannover y la Autostadt. Leer

Combinación perfecta de motor y espacios verdes en Hannover

La ciudad de Hannover comparte con muchas otras ciudades de la antigua Alemania Occidental una estética de modernidad como consecuencia de la destrucción provocada por la Segunda Guerra Mundial. Su conexión a través del río Leine con la ciudad hanseática de Bremen y el haber sido puerta de entrada a los valles de los ríos Rin, Ruhr y Sarre hicieron de ella un importante centro de servicios, nudo industrial y una de las más importantes ciudades feriales de Alemania.

Tras haber quedado en zona británica a partir de 1945 y como capital del estado federado de la Baja Sajonia desde 1946, la reconstrucción de la ciudad se basó en el concepto de Autogerechte Stadt. Según este planteamiento, la planificación urbanística estaba concebida en función de la circulación en vehículo privado, algo que llevó a la creación de grandes vías con varios carriles. Sin embargo, fue a partir de la década de los ‘70, cuando el proyecto de la Lister Meile compensó ciertas carencias en Hannover, habilitando un área peatonal que partía de la zona centro de la ciudad hacia el norte. Esta atractiva zona comercial, que cuenta con algo más de un kilómetro y medio de longitud, atraviesa uno de los barrios más bellos y agradables del centro de la ciudad: List.

Además, la ciudad trató de no caer del todo en un “exceso” de modernidad y, por petición de muchos de sus habitantes, se reconstruyeron edificios en el estilo original previo a la guerra. De ese modo, se recuperó la antigua residencia de verano de los Welfen en los imponentes Jardines Herrenhausen, muy próximos al campus de la Universidad Leibniz.

Jardines de Herrenhausen en Hannover | Foto de istockbygettyimages

En el lado opuesto de la ciudad, junto a la estación central de Hannover, se encuentra la ciudad antigua, caracterizada por pequeñas calles y restos de la antigua entrada al centro histórico y delimitada por la orilla del río Leine. En ese mismo entorno, destacan la Iglesia del Mercado y el Antiguo Ayuntamiento, ejemplos arquitectónicos del estilo que se trató de recuperar durante la reconstrucción de posguerra.

Una de las ciudades más verdes de Alemania

Pero si existe un edificio que destaca sobre los demás es el Nuevo Ayuntamiento, finalizado a principios del s.XX y ubicado en el Maschpark, parque que marca el camino a la zona más verde de la ciudad. De hecho, Hannover se considera hoy una de las ciudades con más espacios verdes de todo el país. Cuenta con un bosque urbano -Eilenriede- y un jardín botánico de estilo inglés -Berggarten-, en el lado opuesto de los Herrenhausen. Asimismo, además del río Leine y diferentes estanques repartidos por la ciudad, el enorme lago Maschsee caracteriza el sureste de la ciudad. Este lago artificial, que mandó construir Adolf Hitler, es un habitual destino para excursiones, fiestas de verano y otras actividades. 

Nuevo Ayuntamiento de Hannover | Foto de istockbygettyimages

La Autostadt a poco más de una hora

A sólo 90 kilómetros de Hannover, se encuentra Wolfsburgo, ciudad en la que se ubica la fábrica de Volkswagen y donde en el año 2000, se inauguró un inmenso complejo llamado Autostadt, “la ciudad del automóvil”. A medio camino entre un parque temático y un complejo de ocio y entretenimiento, este recinto se trata del centro de venta de vehículos más grande del mundo, ya que cuenta además con diferentes pabellones en función de las marcas del Grupo Volkswagen. Uno de sus principales lugares de interés es el ZeitHaus Museum, cuyas exposiciones hablan de los 125 años de historia del automóvil. Con unos dos millones de visitantes al año, la Autostadt es el lugar perfecto para los que buscan una combinación de arquitectura moderna, tecnología y mecánica.

Fábrica de Volkswagen en la Autostadt de Wolfsburg | Foto de istockbygettyimages

Celia Martínez García | Guía en Alemania

Stuttgart, más que la ciudad del motor

Stuttgart Más que la ciudad del motor

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Publicado 28.01.2021 | Juan S. Urruzola

Stuttgart, más que la ciudad del motor Leer

Capital de Baden-Wurtemberg

Situada en el valle del río Neckar y rodeada por viñedos, Stuttgart es la capital del estado federal de Baden-Wurtemberg. Durante cientos de años, hasta el siglo XIX, fue la ciudad base de los Wurtemberg (condes y después reyes), que dejaron un notable legado de palacios que hoy se han convertido en edificios gubernamentales y museos.

En el corazón de Stuttgart, en la imponente Schlossplatz, se encuentra el Palacio Nuevo (Neue Schloss), de estilo barroco tardío. Fue la residencia de los reyes en la segunda mitad del S. XVIII. Durante la Segunda Guerra Mundial fue destruido casi completamente por los bombardeos de los aliados. Se reconstruyó a principios de los años sesenta y hoy es la sede del Ministerio de Finanzas. Los jardines del palacio, con una monumental columna en el centro en honor a Guillermo I, son hoy un lugar privilegiado para organizar fiestas y conciertos al aire libre.

En el lado sur de la plaza está el Castillo Antiguo (Altes Schloss), de estilo gótico. En el siglo XIV fue la residencia de los condes y hoy es la sede del museo del estado federal (Land) de Wurtemberg.

Schlossplatz o plaza del palacio de Stuttgart | Foto de istockbygettyimages

Muy cerca de la Schlossplatz se halla la majestuosa Colegiata (Stiftskirche). Es el centro religioso más importante de la Iglesia Evangélica Luterana en Wurtemberg. Con sus dos torres dispares, constituye uno de los hitos de la ciudad. Fue levantada en el siglo XII sobre un templo románico del siglo X. En ella se conservan magníficos trabajos del arte renacentista, encargados por el conde de Wurtemberg, así como varias criptas del siglo XVII.

La espléndida iglesia neogótica de San Juan (Johanneskirche) se refleja en el Feursee, el lago que la rodea. Fue construida entre 1864 y 1876 y reconstruida después de ser golpeada por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial. Las bóvedas interiores y las ventanas fueron cuidadosamente restauradas. La aguja de la torre de la Johanneskirche se ha dejado intencionadamente sin reconstruir con intención conmemorativa, constituye un memorial que recuerda la barbarie de la guerra.

Iglesia de San Juan o Johanneskirche en Stuttgart | Foto de istockbygettyimages

Salir de la ciudad o esconderse en un museo

El parque Killesberg, ubicado en el distrito norte de Stuttgart, es un enorme complejo de cincuenta hectáreas, con jardines, fuentes y esculturas. Estas obras de arte público le dan un toque singular y sofisticado. La atracción más llamativa es la Torre Killesberg (Killesbergturm), que se eleva cuarenta metros. Su diseño de cables entrelazados fue realizado por el prestigioso ingeniero de estructuras Jörg Schlaich. Dos conjuntos de escaleras de doble hélice conducen a cuatro plataformas a 8, 16, 24 y 31 metros de altura. Desde arriba se contempla una maravillosa vista de Stuttgart y del valle del Neckar.

El parque Killesberg se diseñó y desarrolló en el año 1939 en el contexto de un proyecto nacionalsocialista de exhibición de jardines (Reichgartenschau). Ochenta años después el parque continúa albergando eventos de jardinería y exposiciones hortícolas. Su “Valle de las rosas” (Tal der Rosen) es una maravilla durante el verano, así como sus doscientas variedades de dalias.

Parque Killesberg en Stuttgart | Foto de istockbygettyimages

Y no se puede terminar sin hacer alusión a Stuttgart como “ciudad del motor”. Aquí se inventaron el automóvil y la motocicleta, y aquí se encuentran las sedes de Mercedes-Benz y Porsche, así como los modernos museos de ambas marcas. El Museo Mercedes- Benz es un lugar de peregrinación obligatorio para los amantes de los coches. En nueve niveles y una superficie de 16.500 m², el edificio exhibe más de 160 vehículos y unos 1.500 objetos. La muestra repasa la historia automotriz contemporánea desde el primer automóvil patentado del mundo hasta el vehículo de hidrógeno de este milenio.

Lo mismo sucede con el Museo Porsche, en la ciudad del automóvil de Stuttgart. El edificio por sí solo es una estructura impresionante. Se exhiben más de ochenta vehículos entre los que se puede admirar, entre otros, el clásico Porsche 911.

Museo Porsche en Stuttgart | Foto de istockbygettyimages

Juan S. Urruzola| Guía local de Berlín y de ruta por Alemania