La Filarmónica de Hamburgo

Viajes musicales La Filarmónica del Elba

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Publicado 12.04.2022 | Juan S. T. Urruzola

La Filarmónica del Elba. Leer

Elbphilarmonie: su historia

La historia de la Elbphilharmonie es digna de los mejores guionistas de Hollywood. A principios de este siglo el boom de internet llegó a Alemania y el estado de Hamburgo planteó construir un centro con numerosas oficinas en la vieja zona portuaria (HafenCity) para las nuevas empresas tecnológicas. El Kaispeicher A, un inmenso almacén construido originalmente en 1875, destruido en la Segunda Guerra Mundial y reconstruido en 1963, había ido perdiendo su utilidad debido al creciente número de contenedores usados en el comercio marítimo; su ubicación resultaba muy atractiva.

Sin embargo, el arquitecto Alexander Gérard y su esposa, la historiadora de arte Jana Marko, no plantearon la demolición del histórico Kaispeicher A: “Éramos de la opinión de que una zona como el HafenCity no debería presentarse simplemente con un edificio de oficinas banal en el lugar más hermoso de Hamburgo, sino más bien con una declaración cultural”.

Vista de la Elbphilarmonie, con el Kaispeicher en su base, de color rojizo | Foto de istockbygettyimages
Vista de la Elbphilarmonie, con el Kaispeicher en su base, de color rojizo | Foto de istockbygettyimages

Cómo surge la idea

La idea de la Elbphilharmonie en el HafenCity de Hamburgo empieza por tanto hace veinte años. En 2001, Gérard presentó al Senado el proyecto de construir una sala de conciertos sobre el emblemático edificio Kaispeicher A. La ciudad hanseática inicialmente se opuso a esta sugerencia, pero a medida que los medios informaron sobre la idea de Gérard, se tomó la decisión de llevar adelante el plan de construcción de la Elbphilharmonie. Los arquitectos suizos Herzog y de Meuron se harían cargo de la implementación, la obra estaría terminada en 2007 y los costes ascenderían a un máximo de 100 millones de euros.

Hasta aquí no hay nada excepcional. A finales de 2004, sin embargo, Gérard decidió retirarse del desarrollo del proyecto porque la ciudad de Hamburgo quería hacerse cargo por sí misma.

En 2005 se presentó un estudio de viabilidad de la Elbphilharmonie. De los costes previstos (186 millones), 77 millones provendrían del erario público. En 2007, el año en que originalmente se suponía que la Filarmónica del Elba estaría terminada, la ciudad de Hamburgo colocó la primera piedra.

Filarmónica de Hamburgo de Herzog y de Meuron | Foto de istockbygettyimages

Un proyecto que marca la historia de Hamburgo, por lo bueno y lo malo

Tres años después la ciudad hanseática interpuso una demanda contra la empresa Hochtief, que se encargaba de la ejecución estructural. Se propuso un calendario nuevo y vinculante. Continuaron las disputas entre la ciudad y Hochtief. Los costos generales siguieron aumentando. Debido a este descontrol del gasto, la construcción se detuvo durante un año y medio (entre 2011 a 2013). Después de largas negociaciones, ambas partes llegaron a un acuerdo. Tras esta resolución el entonces alcalde de Hamburgo y hoy canciller federal Olaf Scholz (SPD) situó el coste para los contribuyentes en 789 millones de euros. La Elbphilharmonie fue diez veces más cara de lo previsto originalmente: si se suman las donaciones para la sala de conciertos, los costes rondan los 866 millones de euros.

La obra se completó finalmente tras 3.500 días. Para los que aún no podían creerlo, se proyectó con luz la palabra FERTIG (TERMINADO) sobre la llamativa fachada de vidrio que se extiende a lo largo de 16.000 metros cuadrados. Las llaves se entregaron oficialmente el último día de octubre de 2016. Sin embargo, la sala de conciertos no abrió sus puertas hasta el 11 de enero de 2017.

Link compartido del periódico Tagesspiegel Foto de CHRISTIAN CHARISIUS/DPA

El edificio cuenta con dos salas de conciertos, una con 2.150 asientos y otra con 550 asientos. La sala principal, que tiene un tamaño de 40.000 metros cúbicos, contiene 10.000 baldosas hechas de yeso altamente comprimido y papel de desecho para distribuir el sonido de manera óptima.

La Elbphilharmonie es más que un edificio para conciertos. También alberga un hotel de lujo de 244 habitaciones, restaurantes, 44 unidades residenciales y zona comercial. Además, el antiguo Kaispeicher ofrece aparcamiento para unos quinientos vehículos.

A pesar del elevado presupuesto y la larga espera muchos están contentos con el resultado, porque la nueva sala de conciertos es única en el mundo e integra tradición y modernidad. La Elbphilharmonie constituye una razón más para planificar un viaje a la espléndida ciudad de Hamburgo.

Juan S. T. Urruzola | Escritor y guía turístico

Hamburgo

Hamburgo Ciudad de contrastes

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Publicado 16.07.2020 | Celia Martínez

Hamburgo Leer

La ciudad que hace de sus contrastes su rasgo más característico

Hamburgo parece ser la ciudad que lo tiene todo: elegancia, multiculturalidad, vida nocturna,  actividad musical, modernidad y espíritu marítimo, a pesar de ser una ciudad sin mar. Sin embargo, su puerto, el tercero más grande de Europa, ha determinado la historia y evolución de Hamburgo hasta convertirse hoy en el corazón que hace palpitar a la ciudad.

Gracias a la exención de aranceles aduaneros concedida en el s. XII, la ciudad comenzó a disfrutar de una importante vida comercial. Favorecida por su conveniente ubicación, Hamburgo fue la metrópolis del comercio mundial desde la que muchos europeos partían hacia el Nuevo Mundo. Sin embargo, parte de su actividad se vio afectada por la pérdida de colonias alemanas tras la Primera Guerra Mundial, así como por los profundos daños sufridos durante la segunda. Fue a partir de los años ‘50 cuando Hamburgo se convirtió en uno de los principales exponentes del milagro económico alemán, al hacer del puerto y de las empresas de comunicación su principal fuente de riqueza. La caída del muro le permitió además ampliar sus líneas comerciales, no sólo a la Alemania reunificada, sino también a los países del Este.

Puerto de Hamburgo
Puerto de Hamburgo

Esta tradición marítima originada por el puerto se ha visto a su vez alimentada por la presencia casi constante del agua, sobre todo por parte del río Elba y del lago Alster, que se comunican entre sí a través de un entramado de angostos canales que atraviesan el centro de la ciudad. Es a espaldas del Ayuntamiento, uno de los pocos edificios conservados en su estilo original, donde se pueden encontrar algunos de estos canales, así como una de las mejores zonas comerciales de Hamburgo. Desde galerías de tiendas y boutiques conectadas entre sí, como la Kaufmannshaus o el Hanseviertel, hasta la posibilidad de disfrutar de los cafés frente al lago en las Alsterarkaden.

Ayuntamiento de Hamburgo
Ayuntamiento de Hamburgo

La elegancia de Hamburgo puede además apreciarse en su variedad arquitectónica, herencia de su espíritu internacional. Los amantes de la arquitectura encontrarán una ciudad contrastante con ejemplos como la Chilehaus, imponente edificio expresionista de 1925, o las construcciones de la Speicherstadt, uno de los complejos más representativos de la ciudad. El concepto responde al de ciudad-almacén, y las fachadas neogóticas de ladrillo rojo, así como los puentes y canales, han convertido a esta zona de la ciudad en una atracción turística por mérito propio.

Speicherstadt de Hamburgo
Speicherstadt de Hamburgo

Hoy día muchos de estos edificios están siendo restaurados, como también lo ha sido la llamada Hafen City. En ella se puede disfrutar de modernísimas construcciones de diseño, de entre las cuales destaca la  Elbphilharmonie. Es considerada una de las más modernas y acústicamente avanzadas salas de conciertos del mundo, y su característica silueta en forma barco ha pasado a ser un símbolo de Hamburgo como referente musical europeo.

La vocación internacional que ha traído el tráfico marítimo ha dado como resultado la existencia del Portugiesenviertel, o barrio de los portugueses, que ofrece algunas de las mejores posibilidades para comer marisco. Asimismo, en el puerto, y por su proximidad al Fischmarkt, se puede encontrar pescado fresco en restaurantes modernos y de calidad.

Como ciudad (casi) marítima, a Hamburgo no le puede faltar una oferta de vida nocturna en el barrio de Sankt Pauli que pocas ciudades alemanas disfrutan. Esta cara, algo menos elegante pero tremendamente atractiva, fascinó a los Beatles a principios de los ‘60, nutriendo el espíritu de una metrópoli que ya de por sí era ecléctica y cosmopolita.

Fischmarkt o mercado de pescado de Hamburgo
Fischmarkt o mercado de pescado de Hamburgo

Hoy día la ciudad convive con su elegancia, su espíritu alternativo y vibrante, su tradición pesquera y su modernidad arquitectónica, haciendo de los contrastes el rasgo más fascinante y característico de Hamburgo.

Celia Martínez | Guía de Alemania