Colonia, la ciudad a orillas del Rin

Colonia La ciudad a orillas del Rin

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Publicado 06.10.2020 | Celia Martínez

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Parece ser una idea comúnmente aceptada que los ciudadanos de Colonia tienen un carácter especialmente alegre y abierto, espíritu que se transmite al tipo de vida de la ciudad, sus costumbres y su atmósfera.

La ciudad de Colonia, hoy la cuarta más grande de Alemania, es centro económico y cultural, pero si se asocia a esta ciudad con algo es con su famoso Carnaval, considerado “la quinta estación del año”. Al iniciarse la Cuaresma, las calles de la ciudad se llenan de desfiles de carrozas y todo tipo de disfraces extravagantes. Bailes, risas y gritos de “Alaaf!” y “Helau!” invitando al brindis y al disfrute. Durante varios días, la ciudad se llena de música y un constante estado de euforia y celebración que lleva a muchos a afirmar que “si has visto el desfile es que no has estado en él”.

Pero Colonia, la ciudad de Konrad Adenauer o Jacques Offenbach, es mucho más. Es centro económico y comercial, ubicado en una de las zonas con más industria de Alemania. A pocos kilómetros de Bonn, capital de la antigua República Federal Alemana, fue además ciudad natal del Canciller Adenauer. Se convirtió así en uno de los referentes que mejor representaron el concepto de Milagro Económico Alemán en cuanto a su modernidad, crecimiento y desarrollo.

Ciudad de Colonia en Alemania | Foto de istockbygettyimages

Referente histórico y cultural

Sin embargo, su historia comenzó hace 2000 años, y aún hoy, sobreviven algunos ejemplos que son muestra de la relevancia de Colonia durante la Edad Media, como el Ayuntamiento o las doce iglesias románicas de su casco histórico. La ciudad fue devastada por la guerra, especialmente a partir de 1942, pero si hay algo que destaca en la silueta de esta metrópoli construida a orillas del Rin, es su majestuosa Catedral.

En el s. XII, el Arzobispo de Colonia trajo de Milán las reliquias de los Reyes Magos a este templo, pero era tal la cantidad de peregrinos que lo visitaban, que se decidió hacer una catedral mucho mayor y más monumental. Se convirtió así en un templo que pudieran divisar desde lejos todos los cristianos, llegando a ser, en varias ocasiones, el edificio más alto del mundo. Tras siglos de construcción, se terminó finalmente en 1880.

Hoy es corazón geográfico y espiritual, y el principal símbolo de la ciudad por su importancia religiosa, arquitectónica y artística. En sus vidrieras, se dan la mano pasado y presente, ya que el templo cuenta con un diseño de Gerhard Richter, el artista vivo más cotizado en la actualidad. Este interés por el arte contemporáneo ha sido una constante en la evolución de Colonia, algo que se pone de manifiesto en el mejor museo de la ciudad: el Museo Ludwig, fundado en 1976 y considerado una de las mecas europeas del arte posmoderno. Su colección abarca obras desde el Expresionismo hasta el Arte Pop.

Detalle de la Catedral de Colonia | Foto de istockbygettyimages

El Rin, uno de los principales atractivos

Pero como toda ciudad fluvial, uno de los principales atractivos de Colonia es su río. El Rin, considerado en el s. XIX como el elemento que personificaba la identidad alemana, es uno de los más importantes ríos de Europa. Fue vía de distribución y una de las principales líneas comerciales de Alemania.

En el casco histórico de Colonia se puede disfrutar del Rin y de su entorno en lugares como el Fisch Markt, salpicado de pintorescas casas de colores, terrazas y cervecerías a orillas del río en las que saborear la cerveza de la ciudad: Kölsch.

Pero para los que quieren aprovechar el Rin para conocer otras localidades, existe la posibilidad de realizar diferentes rutas por el río a lugares como las Siebengebirge, Coblenza, Maguncia o Rüdesheim. Muy buena gastronomía y vino Riesling en localidades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ubicadas en un entorno de viñedos y fortalezas medievales.

Rutas por el río Rin: la ruta de las Siebengebierbe | Foto de istockbygettyimages

Celia Martínez | Guía de ruta por Alemania

Dresden y el 350 Aniversario de Augusto el Fuerte

Dresden Aniversario de Augusto el Fuerte

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Publicado 27.08.2020 | Celia Martínez

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De entre todas las ciudades de la antigua Alemania Oriental, Dresden es uno de los principales referentes culturales. La actual capital del estado de Sajonia debe esta reputación a la tradición iniciada por Augusto el Fuerte, que concibió, a orillas del río Elba, la ciudad barroca que conocemos hoy.

Dresden como metrópoli cultural europea

Había sido con la llegada de la dinastía de los Wettin cuando Dresden comenzó a adquirir una mayor relevancia en el mapa del Sacro Imperio Romano Germánico, sobre todo gracias a Augusto el Fuerte, Príncipe Elector de Sajonia y Rey de Polonia. Su personaje ha sido frecuentemente mitificado: príncipe derrochador, mujeriego, coleccionista apasionado o amigo de exhibir públicamente su fuerza física. Sin embargo, Dresden logró trascender a todo esto en los siglos posteriores, siendo la ciudad que ha sido capaz de conservar una incomparable relevancia arquitectónica, artística y musical.

Este año 2020 la ciudad celebra los 350 años del nacimiento del Augusto el Fuerte, Príncipe Elector amante de la pompa y de los fastos, algo que también se manifestó en sus amplias colecciones de arte: pintura, escultura, porcelana o joyas. La tradición cultural iniciada por este príncipe sajón fue continuada por su hijo Federico Augusto II, y hoy día se pueden contemplar muchas de estas obras en el Palacio Taschenberg o en la Galería de los Antiguos Maestros, dos de las principales joyas arquitectónicas de la ciudad.

Galería de los Antiguos Maestros en Dresden | Foto por móvil de M. Miguel

De la destrucción en la guerra al resurgimiento tras la Reunificación

Sin embargo, gran parte de esta ciudad barroca desapareció la noche del 13 de febrero de 1945, tras una doble oleada de bombardeos aliados. Entender el significado de esta herida es clave para entender la evolución de Dresden, que tras 1945 pasó a formar parte de la antigua Alemania Oriental. Se consideró así imprescindible recuperar el esplendor de ese pasado cultural y arquitectónico y los trabajos de reconstrucción devolvieron en gran medida su aspecto original a la ciudad antigua de Dresden.

Calles por las que habían paseado Wagner o Strauss o lugares como el Palacio Zwinger, la Catedral de la Santísima Trinidad o la Ópera de Semper volvían a definir ahora una metrópoli cultural que le había valido a Dresden la denominación de “la Florencia del Elba”.

Quedó, sin embargo, un símbolo en la ciudad que trascendió después de la guerra como una metáfora del trauma en la capital sajona: la Frauenkirche, o Iglesia de Nuestra Señora, ubicada en el Nuevo Mercado. Durante las décadas posteriores a la guerra, sus ruinas fueron un símbolo de la destrucción, hasta que la Reunificación alemana en 1990 sirvió para retomar los trabajos de reconstrucción y concebir su recuperación como un proyecto común llevado a cabo por el país reunificado.

La Frauenkirche de Dresden | Foto de istockbygettyimages

El valle del Elba

La privilegiada ubicación de Dresden, a ambos lados del río Elba, hace de la ciudad y del valle en el que se ubica una zona muy húmeda y vinícola. Ciudades como Radebeul o Pillnitz son algunos de los municipios de larga tradición vitivinícola, esencialmente en el cultivo de la uva Müller-Thurgau, Riesling o las diferentes variedades de Burgunder. Debido a su paisaje y su agradable clima, esta zona de Alemania suele llamarse “la parte agradable de Sajonia”.

Radebeul | Foto de istockbygettyimages

A pocos kilómetros en dirección norte, un conjunto de bosques y lagos enmarcan, casi como si de un cuento de hadas se tratase, el Palacio de Moritzburg, uno de los pabellones de caza y festejos empleados por el  Príncipe Augusto. Este edificio barroco alberga actualmente una exposición temporal centrada en el los 350 años del Mito de Augusto el Fuerte.

Palacio de Moritzburg | Foto de istockbygettyimages

Celia Martínez | Guía de Alemania

El Norte de Alemania

El Norte De Alemania

BLOG > El Norte de Alemania

Publicado 31.07.2020 | Celia Martínez

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La Alemania desconocida para el viajero internacional

Algunas ciudades del Norte de Alemania parecen compartir una estética y tradición comunes: el espíritu de lo marino, historias y aventuras de navegantes o la sed por abrir horizontes nuevos. Todo esto ha favorecido la entrada de diferentes influencias dando un resultado similar. A medio camino entre los cuentos de hadas, las leyendas de piratas, los castillos encantados y los mitos nórdicos, todas comparten un mismo espíritu debido al papel que ha jugado la presencia del agua.

Bremen

A orillas del río Weser se encuentra la ciudad de Bremen, que junto con Bremerhaven forma el estado más pequeño de Alemania. Hoy es uno de los municipios más cómodos de visitar, donde se pone de manifiesto el concepto de schön klein, como una ciudad no muy grande, bonita y manejable. Su ambiente estudiantil y su tradición comercial confieren a Bremen una atmósfera de mezcla y aperturismo. Fama quizá alimentada por la obra de los hermanos Grimm, en la que un grupo de animales que ya no son útiles a sus dueños deciden convertirse en músicos y hacer fortuna en Bremen.

Los músicos de Bremen en referencia a los hermanos Grimm | Foto de istockbygettyimages

Como resultado de su tradicional actividad comercial, destacan calles como la famosa Böttcherstrasse, de estilo expresionista art nouveau encargada por un comerciante y que se caracteriza por su trazado sinuoso de edificios de ladrillo rojo. Otro conjunto de calles, conocido como Schnoor, es un barrio ribereño que ha cambiado mucho en los últimos años. La palabra Schnoor  hace referencia al modo en que las casas rurales de los s. XV y XVI se fueron concibiendo en forma de ristra o cordón a lo largo de los callejones. El barrio, originalmente dedicado a comerciantes, artesanos o pescadores, es hoy una de las zonas con más encanto de Bremen. Un laberinto de calles tortuosas en el que perderse entre sus cafés, restaurantes y exquisitas tiendas.

Lübeck

Lübeck parece sacada de un cuento de hadas, cuya emblemática Holstentor da la bienvenida a la ciudad antigua (Altstadt). Tras esta puerta de estilo gótico báltico discurren sus casas medievales de antiguos mercaderes con el pronunciado estilo que definen sus chapiteles, delineando lo que llaman la “corona de Lübeck”.

Holstentor de Lübeck | Foto de istockbygettyimages

Marcada también por su fuerte tradición comercial como corazón de la Liga Hanseática, la arquitectura de ladrillo rojo es protagonista en esta ciudad, por ejemplo, en el conjunto de edificaciones ubicadas en la ribera del río. Es el caso de los famosos Salzspeicher, empleados como almacenes de sal para conservar arenques, artículo esencial en el comercio hanseático. Pero si algo tiene un encanto especial es su plaza principal, o Markt, considerada una de las más bonitas de Alemania. Es con frecuencia descrita como un “cuento de hadas en piedra”, con su característica Iglesia de María y el Ayuntamiento. En ella se encuentra además el famoso Café Niederegger, institución de 1806 especializada en el mazapán, producto típico de la ciudad y donde se realizan talleres personalizados para realizar mazapán.

Lübeck es considerada la primera ciudad antigua de Europa del Norte en ser nombrada Patrimonio de la Humanidad. Tal distinción llegó en 1987 por la conservación del carácter preindustrial en su centro medieval.

Wismar

Esta ciudad del estado de Mecklenburg-Pomerania es una de las seis ciudades hanseáticas alemanas. Se encuentra situada a orillas del mar Báltico, en la bahía de Wismar, y a pesar de haber sido bombardeada en doce ocasiones durante la Segunda Guerra Mundial, es también Patrimonio de la Humanidad desde el año 2002.

Tras la guerra de los Treinta Años, estuvo bajo dominio sueco, lo cual se puede apreciar en las coloridas “cabezas suecas” y otros rasgos que se encuentran en algunas calles. Sin embargo, su espíritu es esencialmente hanseático, con edificios de ladrillo rojo, cuidadas calles empedradas y fachadas decoradas con gabletes.

Canal y calles características de Wismar, ciudad hanseática de Alemania | Foto de unplash
Canal y calles características de Wismar, ciudad hanseática de Alemania | Foto de unplash

Por la presencia de canales en la ciudad, Wismar conserva una apariencia “de postal”, algo que la ha convertido en una localización muy popular entre directores de cine. Ya en 1921, F. W. Murnau filmó en esta ciudad varias escenas del clásico expresionista alemán Nosferatu.

Schwerin

Capital de Mecklenburg-Pomerania y una de las ciudades más bellas de la región. Caracterizada por un paisaje salpicado por doce lagos, su centro histórico es una mezcla de arquitectura de los s. XVI y XIX. En ella lo más característico es el Castillo de Schwerin, que se encuentra rodeado de agua y jardines. Fue la residencia de los Duques de Mecklenburg y en él se encuentra hoy la sede del Parlamento regional (Landtag). Este destino, es una buena excursión para cruceristas de ruta por el Mar Báltico que amarran en Rostock o Warnemünde.

Palacio de Schwerin en el Norte de Alemania | Foto de pixabay

De entre las ciudades de la antigua Alemania Oriental, Schwerin sigue siendo una desconocida, pero sorprende y maravilla a cualquiera de sus visitantes.

Celia Martínez | Guía de Alemania

Hamburgo

Hamburgo Ciudad de contrastes

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Publicado 16.07.2020 | Celia Martínez

Hamburgo Leer

La ciudad que hace de sus contrastes su rasgo más característico

Hamburgo parece ser la ciudad que lo tiene todo: elegancia, multiculturalidad, vida nocturna,  actividad musical, modernidad y espíritu marítimo, a pesar de ser una ciudad sin mar. Sin embargo, su puerto, el tercero más grande de Europa, ha determinado la historia y evolución de Hamburgo hasta convertirse hoy en el corazón que hace palpitar a la ciudad.

Gracias a la exención de aranceles aduaneros concedida en el s. XII, la ciudad comenzó a disfrutar de una importante vida comercial. Favorecida por su conveniente ubicación, Hamburgo fue la metrópolis del comercio mundial desde la que muchos europeos partían hacia el Nuevo Mundo. Sin embargo, parte de su actividad se vio afectada por la pérdida de colonias alemanas tras la Primera Guerra Mundial, así como por los profundos daños sufridos durante la segunda. Fue a partir de los años ‘50 cuando Hamburgo se convirtió en uno de los principales exponentes del milagro económico alemán, al hacer del puerto y de las empresas de comunicación su principal fuente de riqueza. La caída del muro le permitió además ampliar sus líneas comerciales, no sólo a la Alemania reunificada, sino también a los países del Este.

Puerto de Hamburgo
Puerto de Hamburgo

Esta tradición marítima originada por el puerto se ha visto a su vez alimentada por la presencia casi constante del agua, sobre todo por parte del río Elba y del lago Alster, que se comunican entre sí a través de un entramado de angostos canales que atraviesan el centro de la ciudad. Es a espaldas del Ayuntamiento, uno de los pocos edificios conservados en su estilo original, donde se pueden encontrar algunos de estos canales, así como una de las mejores zonas comerciales de Hamburgo. Desde galerías de tiendas y boutiques conectadas entre sí, como la Kaufmannshaus o el Hanseviertel, hasta la posibilidad de disfrutar de los cafés frente al lago en las Alsterarkaden.

Ayuntamiento de Hamburgo
Ayuntamiento de Hamburgo

La elegancia de Hamburgo puede además apreciarse en su variedad arquitectónica, herencia de su espíritu internacional. Los amantes de la arquitectura encontrarán una ciudad contrastante con ejemplos como la Chilehaus, imponente edificio expresionista de 1925, o las construcciones de la Speicherstadt, uno de los complejos más representativos de la ciudad. El concepto responde al de ciudad-almacén, y las fachadas neogóticas de ladrillo rojo, así como los puentes y canales, han convertido a esta zona de la ciudad en una atracción turística por mérito propio.

Speicherstadt de Hamburgo
Speicherstadt de Hamburgo

Hoy día muchos de estos edificios están siendo restaurados, como también lo ha sido la llamada Hafen City. En ella se puede disfrutar de modernísimas construcciones de diseño, de entre las cuales destaca la  Elbphilharmonie. Es considerada una de las más modernas y acústicamente avanzadas salas de conciertos del mundo, y su característica silueta en forma barco ha pasado a ser un símbolo de Hamburgo como referente musical europeo.

La vocación internacional que ha traído el tráfico marítimo ha dado como resultado la existencia del Portugiesenviertel, o barrio de los portugueses, que ofrece algunas de las mejores posibilidades para comer marisco. Asimismo, en el puerto, y por su proximidad al Fischmarkt, se puede encontrar pescado fresco en restaurantes modernos y de calidad.

Como ciudad (casi) marítima, a Hamburgo no le puede faltar una oferta de vida nocturna en el barrio de Sankt Pauli que pocas ciudades alemanas disfrutan. Esta cara, algo menos elegante pero tremendamente atractiva, fascinó a los Beatles a principios de los ‘60, nutriendo el espíritu de una metrópoli que ya de por sí era ecléctica y cosmopolita.

Fischmarkt o mercado de pescado de Hamburgo
Fischmarkt o mercado de pescado de Hamburgo

Hoy día la ciudad convive con su elegancia, su espíritu alternativo y vibrante, su tradición pesquera y su modernidad arquitectónica, haciendo de los contrastes el rasgo más fascinante y característico de Hamburgo.

Celia Martínez | Guía de Alemania

Programación Alemania 2020/2021

Programación Alemania 2020/2021

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Publicado 03.07.2020 | Maria Miguel

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German Travel Mart

Del pasado 22-24 de junio participamos en el German Travel Mart (GTM), que por primera vez en la historia se celebraría de forma virtual. El workshop, organizado por Turismo de Alemania, está dedicado al turismo receptivo para el destino de Alemania y suele celebrarse anualmente en una ciudad diferente del país. 

Como en otras ocasiones, tuvimos la oportunidad de saludar a clientes fieles, así como de generar nuevos contactos interesados en el destino de Alemania. A pesar de la situación a la que nos ha conducido la pandemia del covid-19, los profesionales del sector se mantienen positivos para la temporada del 2021 y creen que el viajero, aunque cauteloso al principio y hasta que no se regulen las conexiones aéreas, no va a perder las ganas de viajar. Tanto asesores de viajes como proveedores coincidimos en la capacidad que tenemos los seres humanos de adaptarnos a nuevas normas de seguridad e higiene, mientras nos permitan una movilidad como la hemos disfrutado justo antes de la pandemia. A pesar de este intercambio de opiniones, todos llegamos a la conclusión de cuál será la tendencia de la demanda: precios competitivos pero grupos más pequeños, más exclusivos, más personalizados y un valor más alto al turismo de calidad.

German Travel Mart
Germany Travel Markt | Turismo de Alemania

Aprovechamos la GTM para presentar nuestra programación del 2021. Nuestra operativa de tours regulares en español por Berlín mantiene las mismas tarifas y frecuencia de tours. En nuestros viajes a medida seguimos apostando por los viajes musicales, coincidiendo con la ampliación del año Beethoven en Alemania también en 2021, los cuales van acompañados de la guía local y musicóloga Celia Martínez, y por los viajes de autor, con itinerarios diseñados y llevados a cabo por nuestros guías locales más especializados.

Actualmente, estamos en la última de las fases del desarrollo tecnológico de nuestra interfaz B2B, una plataforma propia pensada para ahorrar tiempo tanto al asesor de viajes como a nosotros, como receptivo. Con la plataforma damos la opción de contratar en free sale nuestro producto propio, tours regulares y visitas guiadas privadas en Berlín, además de nuestros servicios sin intermediarios como los traslados por las principales ciudades de Alemania. Es más, como novedad, nuestros paquetes plaza a plaza 2021 para agencias de viaje estarán disponibles muy pronto en la interfaz. Los paquetes han estado elaborados para fechas destacadas en destinos como Hamburgo, Selva Negra, Múnich, Dresden y Berlín.

Semana Santa en Hamburgo
Semana Santa en Hamburgo | Paquete en el hotel Scandic Emporio
Series en julio y agosto. Selva Negra
Series en julio y agosto | Selva Negra desde Stuttgart

A pesar de haber invertido nuestra energía en diseñar toda la programación para la próxima temporada, siguen en pie los grupos de mercadillos para los destino de Berlín y Múnich en el Puente de la Constitución. Contacta con nuestro equipo de ventas para consultar por los detalles y condiciones de reserva.

Maria Miguel | Directora General

Beethoven en Viena, el Año Beethoven P.3 | Cultour Incoming

Beethoven en Viena El Año Beethoven P.3

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Publicado 09.06.2020 | Celia Martínez

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Mucho más Beethoven en Viena, la ciudad que el músico hizo suya

En 1787, Beethoven viajó a Viena por primera vez, tenía 16 años y toda su vida por delante. Su madre ya estaba enferma y la estancia del músico en la ciudad no superó las dos semanas, ya que ésta empeoró y tuvo que regresar. Pero había tenido tiempo de encontrarse con Mozart y tocar delante de él. A pesar de que éste no se mostró excesivamente impresionado por el músico de Bonn, al despedirse dijo a los invitados: “Prestadle atención, algún día dará que hablar al mundo”. O al menos así lo cuenta la historia.

Beethoven en Viena

Parece que no existe un consenso acerca de esa primera visita de Beethoven a Viena y de su encuentro con Mozart allí. Algunas fuentes afirman que no llegaron a verse, o que, de hacerlo, Ludwig nunca tocó para Wolfgang. Sin embargo, otras fuentes y el propio Beethoven aseguran que incluso recibió clases de él. Lo que está claro es que fue un viaje determinante para el músico de Bonn y que, desde luego, tras la muerte de Mozart, heredó el trono de maestro musical en Viena. Volvió para convertirse en alumno de Haydn cuando tenía 22 años, en esta ocasión para quedarse.

Viena celebra en 2020 los 250 años del nacimiento de Beethoven

Convirtiéndola en su ciudad adoptiva, Beethoven residió 35 años de su vida en Viena, que este año celebra por todo lo alto los 250 años de su nacimiento y en 2027 recordará los 200 años de su muerte. Caminar por el centro de la ciudad nos lleva a encontrarnos con recurrentes referencias a Beethoven, como la estatua que se ubicó frente al Konzerthaus gracias al apoyo de Franz Lizst.

En la Haus der Musik (Casa de la Música), se puede disfrutar de una exposición sobre la vida del músico en Viena, así como de objetos originales del compositor. Y dirigiéndonos hacia el distrito de los museos, nos encontramos con el edificio Secession, donde se encuentra el famoso friso que Gustav Klimt dedicó en 1902 a Beethoven y a su Novena Sinfonía. También en esa calle, se ubica el Theater an der Wien, donde varias obras del músico fueron estrenadas, como es el caso de su única ópera, Fidelio (1805). Incluso, mientras trabajaba en algunas de estas composiciones, Beethoven eligió este teatro como una de sus múltiples residencias en Viena.

Beethoven en Viena
Beethoven en Viena | Klimt Viena – Foto: Creative Commons

Uno de los mayores estrenos de la historia de la música se produjo en un teatro que, por desgracia, desapareció en 1870, el Kärntnertor Theater, en Albertinaplatz: fue el estreno absoluto de la Novena Sinfonía el 7 de mayo de 1824. Para ese momento, Beethoven ya estaba bastante sordo y no pudo oír el estallido de aplausos que estaba recibiendo al finalizar la sinfonía. Como muestra la película Amor inmortal (Inmortal beloved, Bernard Rose, 1994), hasta que no se giró hacia el público, no fue capaz de comprender la ovación de éste hacia su obra magna.

La importancia del testamento de Heiligenstadt y Beethoven

El nombre de Heiligenstadt está profundamente vinculado a Beethoven, a la evolución de su enfermedad, su soledad, su sufrimiento y a su inevitable destino, tal y como lo expresan las cuatro notas que abren su Quinta Sinfonía. A pesar de que ésta no fue compuesta hasta 1808, hubo numerosas referencias al destino tanto en sus obras como en escritos del músico a lo largo de su vida. Uno de sus textos más personales y relevantes es el conocido como “Testamento de Heiligenstadt”, con fecha del 6 de octubre de 1802. El texto, dirigido a sus hermanos, está a medio camino entre el testamento, la carta de despedida, de suicidio o de súplica para que perdonasen su comportamiento hosco y profundamente afectado por su incipiente sordera a la edad de 28 años. Pero la música le hizo reflexionar y lo salvó: “Me parecía imposible dejar este mundo después de crear todo lo que soy capaz de crear”. Y quiso aferrarse a eso.

Por recomendación de su médico y en una constante búsqueda de paz, Beethoven se había empezado a retirar a Heiligenstadt, suburbio de Viena rodeado de bosques y viñedos. Es con bastante seguridad uno de los lugares donde la naturaleza jugó un papel más importante como forma de medicina e inspiración para el músico. Solía dar largos paseos en solitario con sus partituras y su cuaderno de notas y se dejaba embriagar por la luz, el agua o la naturaleza. De esta forma fue representado en una estatua del Heiligenstädter Park, a pocos metros del Museo Beethoven, el museo más importante en Austria dedicado al músico.

Museo Beethoven
Museo Beethoven | Foto: Creative Commons

Tras 70 domicilios en 35 años, Beethoven finalmente murió en la Schwarzspanierstrasse 15, el 26 de Marzo de 1827, dejando sin terminar la que iba a ser su Décima Sinfonía. Hoy descansa en el Cementerio Central de Viena, en presencia de otros músicos como Schubert, Brahms, los Strauss o Schönberg.

Tumba Beethoven - Celia Martínez García
Tumba Beethoven | Foto: Celia Martínez García

Como parte de la celebración del Año Beethoven en Viena, la actividad musical del Konzerthaus incluye la programación de varios de sus cuartetos de cuerda durante el otoño por parte de Quatuor Ébène, un ciclo de sonatas para piano entre el 11 y el 18 de octubre, la Missa Solemnis el 15 de septiembre o Egmont el 18 de octubre, una de sus obras menos interpretadas. Parte de su obra sinfónica más temprana será interpretada por la Orquesta Filarmónica de Viena entre septiembre y octubre concediendo un protagonismo especial a la cuarta sinfonía.

El cierre del año 2020 -tanto el 30 como el 31 de diciembre- será con la interpretación de la Novena Sinfonía, la obra para la cual la música no fue suficiente. Beethoven necesitaba expresar algo mucho más elevado, y por primera vez en la historia del sinfonismo, se añadió el texto con la Oda a la Alegría. “La Novena” fue para él y para el mundo la obra que lo cambió todo.

Celia Martínez García

Berlín, Potsdam y Dresden celebran el Año Beethoven | Cultour Incoming

Berlín y Dresden Celebran el Año Beethoven

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Publicado 04.05.2020 | Celia Martínez

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El Año Beethoven se celebra en diferentes ciudades de Alemania

Durante algunos años, parecía que Ludiwg van Beethoven estaba siguiendo los pasos de Mozart, tanto como futuro heredero del trono musical de Viena como desde el punto de vista compositivo. Quizá por ello, y tal y como su padre, Johannes Beethoven, había intentado años atrás, los viajes fueron determinantes en la vida del músico. En 1796, tras visitar Dresden y Leipzig, decidió pasar dos meses muy fructíferos en Berlín, la capital de Prusia.

Beethoven y Federico Guillermo II

La tradición e interés musicales de la monarquía prusiana ya eran conocidos desde los años del Rey Federico el Grande, uno de los máximos representantes de la Aufklärung, la Ilustración Alemana. Sabiendo que este monarca había invitado en varias ocasiones a Johann Sebastian Bach, Mozart trató de hacer lo propio años más tarde con Federico Guillermo II. Sin embargo, a pesar de su interés en la música, este Rey quedó mucho más impresionado con las capacidades de Beethoven al piano. La interpretación del músico tuvo lugar en el verano de 1796, en el Palacio de Mármol de la ciudad de Potsdam, y el monarca le ofreció quedarse en Prusia como músico de corte. Beethoven, sin embargo, que no quería ser lacayo de nadie, rechazó la oferta, convirtiéndose así en el primer artista independiente con libertad suficiente para elegir qué deseaba componer.

Palacio de Mármol en Potsdam, Alemania | Foto de istockbygettyimages

A pesar de la negativa del músico, Potsdam celebra este año el exitoso encuentro de Beethoven con el Rey Federico Guillermo II. A partir de septiembre, la Kulturhaus Babelsberg programa varios conciertos de cámara en los que se interpretarán algunas de sus obras para piano, como la sonata Appassionata.

Beethoven y su verano en Berlín

La estancia de Beethoven en Berlín en los meses de junio y julio de 1796 fue tremendamente fructífera. Además de componer dos sonatas para violonchelo dedicadas al Rey Federico Guillermo II, tocó en la Singakademie de Berlín cuando ésta tenía su sede en la Academia de las Artes. Fue una de las mejores épocas para Beethoven. Contaba con éxito profesional, independencia económica y bastante buena salud, algo no habitual en él.

Desde entonces, Berlín ha concedido una atención especial a la obra de este músico, y parte de la historia de la ciudad no podría entenderse sin lo que ha significado su obra. Referencias a su vida y a su repertorio pueden encontrarse paseando por la ciudad, como en la Staatsoper Unter den Linden, que ha programado dos de las sinfonías más importantes de Beethoven en dos fechas muy señaladas para 2020: el 3 de octubre se interpretará la Séptima Sinfonía de Beethoven como conmemoración de los 30 años de la Reunificación Alemana. Y el día 31 de diciembre, Daniel Barenboim despide el año con la dirección de la Novena Sinfonía de Beethoven.

Paseando por el Berlín de Beethoven

Continuando con el paseo por una de las zonas más monumentales de la ciudad, nos encontramos con la popular plaza Gendarmenmarkt, a pocos metros de la Staatsoper. En su sala de conciertos, conocida como Konzerthaus, había tenido lugar el estreno en Berlín de esta novena sinfonía en 1826. Asimismo, en el concierto de Navidad de 1989, Leonard Bernstein dirigía en esa misma sala la interpretación de esta obra como parte de las celebraciones por la caída del muro. En esta ocasión, una estatua del autor de la Oda a la Alegría, Friedrich von Schiller, presidía ya el centro de la plaza berlinesa que mejor apela a la convivencia y a la fraternidad de los pueblos.

Konzerthaus o sala de conciertos de Berlín, en la Gendarmenmarkt | Foto de Maria Miguel

Beethoven utilizó el texto de Schiller, An die Freude, como la expresión de la alegría que está por encima de los placeres y en el centro de todo: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. El propio músico llegó a afirmar “No hay nada mejor ni más bello que hacer felices a otros hombres”. Se consideró así en 1985 que este compositor y esta obra eran los más apropiados para crear el himno oficial de la Unión Europea a partir de la adaptación del coro final de la sinfonía que hizo Herbert von Karajan.

El año Beethoven en las principales instituciones musicales

Para quieres quieran conocer el Konzerthaus y disfrutar de una de las obras más destacadas del músico de Bonn, este otoño, la Kammerakademie de Potsdam interpretará en el Konzerthaus la Missa Solemnis bajo la dirección de Marek Janowski. Es sin duda una de las mejores ocasiones para escuchar una pieza cumbre de la música coral de Beethoven en una de las salas de conciertos más impresionantes de la ciudad.
También la Filarmónica de Berlín centrará su programación en la obra de cámara del músico. A partir del 30 de agosto, el Musikfest Berlin programa las 32 sonatas para piano de Beethoven interpretadas durante ocho veladas por Igor Levit en la sala de cámara del imponente edificio de Hans Scharoun.

Filarmónica de Berlín, del arquitecto Hans Scharoun

Además, la ubicación de esta sala merece sin duda un paseo por sus alrededores, tanto el recién renovado Kulturforum, como el antiguo coto de caza de la monarquía, hoy considerado el pulmón de la ciudad. Recorrer el Tiergarten implica encontrarse con monumentos a Johann Wolfgang von Goethe, Richard Wagner y, por supuesto, a los tres maestros del Clasicismo musical. En 1904 se inauguró un monumento dedicado a Ludwig van Beethoven acompañado de dos de sus más importantes referentes musicales en Viena: Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn.

La Novena Sinfonía de Beethoven para despedir el año con la Filarmónica de Dresden

Es Dresden, la capital de Sajonia, la ciudad que programa uno de los conciertos más espectaculares del Año Beethoven. El músico estuvo allí en abril de 1796 y se alojó durante una semana en el Hôtel de Pologne. El Príncipe Elector de Sajonia, amante de la música y de las artes, organizó un concierto para él en el Residenzschloss de Dresden. Desde entonces, y gracias en gran medida a la contribución de Wagner, la obra de Beethoven ha sido regularmente programada en la ciudad. 

También Marek Janowski, en este caso en el Kulturpalast de Dresden, dirigirá la interpretación de la Missa Solemnis en la apertura de la termporada 2020/2021. Y esta misma institución cierra el año 2020 y abre el 2021 con la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven por parte de la Orquesta Filarmónica de Dresden.

El Kulturpalast de Dresde | Foto de Maria Miguel por móvil

Es una ocasión única para disfrutar de esta obra magna del músico de Bonn así como de todas las obras programadas durante este Año Beethoven. Tanto Berlín, como Potsdam y Dresden quieren recordar al músico que lo cambió todo, al artista independiente, el genio romántico y la encarnación del cambio de siglo. En su caso mejor que en ningún otro, “la música constituye una revelación más alta que ninguna otra filosofía”, como él mismo llegó a afirmar. Gracias por tanto, Ludwig, y feliz cumpleaños.

Celia Martínez García