Dresden y el 350 Aniversario de Augusto el Fuerte

Dresden Aniversario de Augusto el Fuerte

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Publicado 27.08.2020 | Celia Martínez

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De entre todas las ciudades de la antigua Alemania Oriental, Dresden es uno de los principales referentes culturales. La actual capital del estado de Sajonia debe esta reputación a la tradición iniciada por Augusto el Fuerte, que concibió, a orillas del río Elba, la ciudad barroca que conocemos hoy.

Dresden como metrópoli cultural europea

Había sido con la llegada de la dinastía de los Wettin cuando Dresden comenzó a adquirir una mayor relevancia en el mapa del Sacro Imperio Romano Germánico, sobre todo gracias a Augusto el Fuerte, Príncipe Elector de Sajonia y Rey de Polonia. Su personaje ha sido frecuentemente mitificado: príncipe derrochador, mujeriego, coleccionista apasionado o amigo de exhibir públicamente su fuerza física. Sin embargo, Dresden logró trascender a todo esto en los siglos posteriores, siendo la ciudad que ha sido capaz de conservar una incomparable relevancia arquitectónica, artística y musical.

Este año 2020 la ciudad celebra los 350 años del nacimiento del Augusto el Fuerte, Príncipe Elector amante de la pompa y de los fastos, algo que también se manifestó en sus amplias colecciones de arte: pintura, escultura, porcelana o joyas. La tradición cultural iniciada por este príncipe sajón fue continuada por su hijo Federico Augusto II, y hoy día se pueden contemplar muchas de estas obras en el Palacio Taschenberg o en la Galería de los Antiguos Maestros, dos de las principales joyas arquitectónicas de la ciudad.

Galería de los Antiguos Maestros en Dresden | Foto por móvil de M. Miguel

De la destrucción en la guerra al resurgimiento tras la Reunificación

Sin embargo, gran parte de esta ciudad barroca desapareció la noche del 13 de febrero de 1945, tras una doble oleada de bombardeos aliados. Entender el significado de esta herida es clave para entender la evolución de Dresden, que tras 1945 pasó a formar parte de la antigua Alemania Oriental. Se consideró así imprescindible recuperar el esplendor de ese pasado cultural y arquitectónico y los trabajos de reconstrucción devolvieron en gran medida su aspecto original a la ciudad antigua de Dresden.

Calles por las que habían paseado Wagner o Strauss o lugares como el Palacio Zwinger, la Catedral de la Santísima Trinidad o la Ópera de Semper volvían a definir ahora una metrópoli cultural que le había valido a Dresden la denominación de “la Florencia del Elba”.

Quedó, sin embargo, un símbolo en la ciudad que trascendió después de la guerra como una metáfora del trauma en la capital sajona: la Frauenkirche, o Iglesia de Nuestra Señora, ubicada en el Nuevo Mercado. Durante las décadas posteriores a la guerra, sus ruinas fueron un símbolo de la destrucción, hasta que la Reunificación alemana en 1990 sirvió para retomar los trabajos de reconstrucción y concebir su recuperación como un proyecto común llevado a cabo por el país reunificado.

La Frauenkirche de Dresden | Foto de istockbygettyimages

El valle del Elba

La privilegiada ubicación de Dresden, a ambos lados del río Elba, hace de la ciudad y del valle en el que se ubica una zona muy húmeda y vinícola. Ciudades como Radebeul o Pillnitz son algunos de los municipios de larga tradición vitivinícola, esencialmente en el cultivo de la uva Müller-Thurgau, Riesling o las diferentes variedades de Burgunder. Debido a su paisaje y su agradable clima, esta zona de Alemania suele llamarse “la parte agradable de Sajonia”.

Radebeul | Foto de istockbygettyimages

A pocos kilómetros en dirección norte, un conjunto de bosques y lagos enmarcan, casi como si de un cuento de hadas se tratase, el Palacio de Moritzburg, uno de los pabellones de caza y festejos empleados por el  Príncipe Augusto. Este edificio barroco alberga actualmente una exposición temporal centrada en el los 350 años del Mito de Augusto el Fuerte.

Palacio de Moritzburg | Foto de istockbygettyimages

Celia Martínez | Guía de Alemania

Beethoven en Viena, el Año Beethoven P.3 | Cultour Incoming

Beethoven en Viena El Año Beethoven P.3

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Publicado 09.06.2020 | Celia Martínez

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Mucho más Beethoven en Viena, la ciudad que el músico hizo suya

En 1787, Beethoven viajó a Viena por primera vez, tenía 16 años y toda su vida por delante. Su madre ya estaba enferma y la estancia del músico en la ciudad no superó las dos semanas, ya que ésta empeoró y tuvo que regresar. Pero había tenido tiempo de encontrarse con Mozart y tocar delante de él. A pesar de que éste no se mostró excesivamente impresionado por el músico de Bonn, al despedirse dijo a los invitados: “Prestadle atención, algún día dará que hablar al mundo”. O al menos así lo cuenta la historia.

Beethoven en Viena

Parece que no existe un consenso acerca de esa primera visita de Beethoven a Viena y de su encuentro con Mozart allí. Algunas fuentes afirman que no llegaron a verse, o que, de hacerlo, Ludwig nunca tocó para Wolfgang. Sin embargo, otras fuentes y el propio Beethoven aseguran que incluso recibió clases de él. Lo que está claro es que fue un viaje determinante para el músico de Bonn y que, desde luego, tras la muerte de Mozart, heredó el trono de maestro musical en Viena. Volvió para convertirse en alumno de Haydn cuando tenía 22 años, en esta ocasión para quedarse.

Viena celebra en 2020 los 250 años del nacimiento de Beethoven

Convirtiéndola en su ciudad adoptiva, Beethoven residió 35 años de su vida en Viena, que este año celebra por todo lo alto los 250 años de su nacimiento y en 2027 recordará los 200 años de su muerte. Caminar por el centro de la ciudad nos lleva a encontrarnos con recurrentes referencias a Beethoven, como la estatua que se ubicó frente al Konzerthaus gracias al apoyo de Franz Lizst.

En la Haus der Musik (Casa de la Música), se puede disfrutar de una exposición sobre la vida del músico en Viena, así como de objetos originales del compositor. Y dirigiéndonos hacia el distrito de los museos, nos encontramos con el edificio Secession, donde se encuentra el famoso friso que Gustav Klimt dedicó en 1902 a Beethoven y a su Novena Sinfonía. También en esa calle, se ubica el Theater an der Wien, donde varias obras del músico fueron estrenadas, como es el caso de su única ópera, Fidelio (1805). Incluso, mientras trabajaba en algunas de estas composiciones, Beethoven eligió este teatro como una de sus múltiples residencias en Viena.

Beethoven en Viena
Beethoven en Viena | Klimt Viena – Foto: Creative Commons

Uno de los mayores estrenos de la historia de la música se produjo en un teatro que, por desgracia, desapareció en 1870, el Kärntnertor Theater, en Albertinaplatz: fue el estreno absoluto de la Novena Sinfonía el 7 de mayo de 1824. Para ese momento, Beethoven ya estaba bastante sordo y no pudo oír el estallido de aplausos que estaba recibiendo al finalizar la sinfonía. Como muestra la película Amor inmortal (Inmortal beloved, Bernard Rose, 1994), hasta que no se giró hacia el público, no fue capaz de comprender la ovación de éste hacia su obra magna.

La importancia del testamento de Heiligenstadt y Beethoven

El nombre de Heiligenstadt está profundamente vinculado a Beethoven, a la evolución de su enfermedad, su soledad, su sufrimiento y a su inevitable destino, tal y como lo expresan las cuatro notas que abren su Quinta Sinfonía. A pesar de que ésta no fue compuesta hasta 1808, hubo numerosas referencias al destino tanto en sus obras como en escritos del músico a lo largo de su vida. Uno de sus textos más personales y relevantes es el conocido como “Testamento de Heiligenstadt”, con fecha del 6 de octubre de 1802. El texto, dirigido a sus hermanos, está a medio camino entre el testamento, la carta de despedida, de suicidio o de súplica para que perdonasen su comportamiento hosco y profundamente afectado por su incipiente sordera a la edad de 28 años. Pero la música le hizo reflexionar y lo salvó: “Me parecía imposible dejar este mundo después de crear todo lo que soy capaz de crear”. Y quiso aferrarse a eso.

Por recomendación de su médico y en una constante búsqueda de paz, Beethoven se había empezado a retirar a Heiligenstadt, suburbio de Viena rodeado de bosques y viñedos. Es con bastante seguridad uno de los lugares donde la naturaleza jugó un papel más importante como forma de medicina e inspiración para el músico. Solía dar largos paseos en solitario con sus partituras y su cuaderno de notas y se dejaba embriagar por la luz, el agua o la naturaleza. De esta forma fue representado en una estatua del Heiligenstädter Park, a pocos metros del Museo Beethoven, el museo más importante en Austria dedicado al músico.

Museo Beethoven
Museo Beethoven | Foto: Creative Commons

Tras 70 domicilios en 35 años, Beethoven finalmente murió en la Schwarzspanierstrasse 15, el 26 de Marzo de 1827, dejando sin terminar la que iba a ser su Décima Sinfonía. Hoy descansa en el Cementerio Central de Viena, en presencia de otros músicos como Schubert, Brahms, los Strauss o Schönberg.

Tumba Beethoven - Celia Martínez García
Tumba Beethoven | Foto: Celia Martínez García

Como parte de la celebración del Año Beethoven en Viena, la actividad musical del Konzerthaus incluye la programación de varios de sus cuartetos de cuerda durante el otoño por parte de Quatuor Ébène, un ciclo de sonatas para piano entre el 11 y el 18 de octubre, la Missa Solemnis el 15 de septiembre o Egmont el 18 de octubre, una de sus obras menos interpretadas. Parte de su obra sinfónica más temprana será interpretada por la Orquesta Filarmónica de Viena entre septiembre y octubre concediendo un protagonismo especial a la cuarta sinfonía.

El cierre del año 2020 -tanto el 30 como el 31 de diciembre- será con la interpretación de la Novena Sinfonía, la obra para la cual la música no fue suficiente. Beethoven necesitaba expresar algo mucho más elevado, y por primera vez en la historia del sinfonismo, se añadió el texto con la Oda a la Alegría. “La Novena” fue para él y para el mundo la obra que lo cambió todo.

Celia Martínez García

El Año Beethoven se celebra en Alemania | Cultour Incoming

El Año Beethoven Se celebra en Alemania

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Publicado 28.05.2020 | Celia Martínez

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Ruta por Frankfurt, Colonia y Bonn para celebrar el año Beethoven

El Año Beethoven se celebra en Alemania (BTHV2020) y eso implica entender la complejidad de un hombre que fue más que un compositor: Ludwig van Beethoven fue músico -en todas sus facetas-, revolucionario, artista independiente, genio romántico y símbolo de transición. Europa, y especialmente Alemania, se han embarcado en una serie de homenajes al compositor de Bonn a lo largo de este año 2020: la interpretación de todas sus obras, proyecciones de cine, exposiciones o visitas guiadas son algunas de las opciones que ofrecen para acercarse a la figura de un hombre que marcó el cambio de siglo y que dejó un legado incomparable en la historia cultural europea.

El Año Beethoven se celebra en Alemania en diferentes ciudades

Siguiendo el camino de Mozart, el padre de Beethoven, Johann, quiso hacer de su hijo el nuevo niño prodigio de Europa. Así, organizó un concierto para el 26 de marzo de 1778 en una sala de conciertos en Colonia, arzobispado al que pertenecía Bonn, su ciudad natal. El abuelo de Ludwig y su padre eran músicos de la Musikkapelle de Colonia, con lo cual el joven Beethoven nació y creció en un entorno de una casi omnipresencia musical. A pesar de que su padre dijo que tenía 6 años -cuando en realidad tenía 7-, este primer concierto dejó patente las posibilidades del niño hacia la música. Con el paso de los años, Johann trató a su hijo con dureza y violencia para que dedicase su vida a la interpretación, lo cual podría haber provocado en él el efecto contrario. Sin embargo, el joven Ludwig abrazó el hecho musical en todas sus facetas, llegando a ser, más que un compositor, un músico.

El Año Beethoven se celebra en Alemania | Foto: Creative Commons

El espíritu revolucionario en Beethoven

Y es considerado por muchos un músico revolucionario, que defendió y se dejó inspirar por el espíritu que trajo el cambio de siglo y el Romanticismo musical. El año 1800 fue para Beethoven el inicio de su composición sinfónica, y fue a través de su Tercera Sinfonía como expresó el espíritu de la Revolución Francesa y el desencanto que sintió hacia Napoleón. Poco antes de su estreno, cambió el nombre de la sinfonía de “Bonaparte” a “Heroica”. Esta tercera sinfonía, considerada la primera gran obra sinfónica de Beethoven, será interpretada por la WDR Sinfonieorchester los días 18 y 19 de septiembre en la Filarmónica de Colonia. 

También la Alter Oper de Frankfurt ha programado esta tercera sinfonía para el 26 de noviembre, así como la sexta, más conocida como “Pastoral”, para el día 25 del mismo mes. Su espíritu innovador le hizo además tener una aproximación a la religión libre y casi revolucionaria. En alguna ocasión llegó a afirmar: “Beethoven puede escribir música, gracias a Dios, pero no puede hacer más en la tierra”, de lo cual se desprende su experiencia de fe, si bien permaneció siempre al margen de ritos eclesiásticos y autoridades religiosas. Su obra sacra más importante llegó en la última etapa de su vida: la Missa Solemnis, pieza coral estrenada en 1824 que también la Alter Oper ha programado para los días 15 de noviembre y 8 de diciembre.

Alte Oper Frankfurt | Fuente de istockbygettyimages
El Año Beethoven se celebra en Frankfurt – Alte Oper Frankfurt | Foto: Istockbygerryimages

Y para quienes quieran disfrutar de la amplia composición para cuerda de Beethoven, esta ópera de Frankfurt dedica un ciclo de cuartetos los días 8 y 22 de octubre y el 26 de noviembre. Entre otras piezas, el cuarteto Quatuor Ébène interpretará la famosa Gran Fuga, otra de las obras del músico que supuso un desafío estético y formal y que no fue entendida en su momento, algo que muchos achacaron a lo avanzado de su sordera. En realidad, la obra incorporaba una consciente y destacada innovación armónica, una ruptura formal y la introducción de notas disonantes.

Bonn, la ciudad que vio nacer a Beethoven

La obra de Beethoven, y su propia personalidad, siempre fueron un desafío, incluso desde sus primeros años en Bonn, la ciudad que lo vio nacer y la que este año ha volcado casi todas sus energías en recordar y celebrar al mejor músico de la historia alemana. Una de las principales actividades organizadas por la ciudad ha sido la puesta en marcha de una Ruta Beethoven para seguir los pasos del músico. Desde su casa natal en la Bonngasse hasta el Beethovenhalle -sala de conciertos construida a orillas del Rin en 1959-, pasando por la catedral, el Palacio de Lippe, la sala de baile la Redoute o la Münsterplatz, donde se erigió en 1845 la estatua que ahora preside la plaza.

Estatua de Beethoven en Bonn, Alemania | Foto de istockbygettyimages

Desde el punto de vista musical, es también Bonn una de las ciudades que mayor cantidad de conciertos ha organizado para el Beethovenfest en tres diferentes salas: la Ópera, el Beethovenhalle y la Sala New York del World Conference Center, entre otros lugares. Asimismo, Bonn dará un protagonismo especial, a través de diferentes proyectos, a la única ópera compuesta por el músico: Fidelio. Y entre el 5 y el 26 de septiembre, su ciudad natal celebra su vida, su obra y su legado con la programación de todas sus sinfonías en cinco veladas. Son varios los nombres que se dan cita en esta programación sin precedentes para el final del otoño: Anne-Sophie Mutter, Adam Fischer, la Orquesta Beethoven o la Orquesta del Festival de Bayreuth, por ejemplo.

Debido a las restricciones aplicadas en Alemania en 2020 por el COVID-19, la organización ha hecho un comunicado con una nueva programación. Muchas de las actividades se desarrollarán el año que viene y la celebración del Año Beethoven finalizará oficialmente en septiembre de 2021.

Celebramos a Beethoven como el hombre, el músico, el artista

La celebración BTHVN2020 conmemora al hombre, al músico, al artista revolucionario y todas las barreras que superó. Las iniciales BTHVN se refieren a sus diferentes vertientes como hombre: B de Bürger (ciudadano, en el sentido revolucionario), T de Tonkünstler (compositor), H de Humanist (humanista), V de Visionär (visionario) y N de Natur (naturaleza en el sentido filosófico e ilustrado de la palabra). La diversidad de lo que él representó es lo que se ha querido proyectar en la variedad de las actividades del programa. El “objetivo del aniversario es permitir que se pueda experimentar a Beethoven en todas sus facetas y dar acceso al mayor número de personas”, afirma Malte Boecker, director artístico de la organización.

Conmemorar el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven implica una celebración de lo más elevado del arte: el músico que, a pesar de su sordera, su desesperación, su soledad y su dolor, pudo, sobre todo, escribir música.

Celia Martínez García

Berlín, Potsdam y Dresden celebran el Año Beethoven | Cultour Incoming

Berlín y Dresden Celebran el Año Beethoven

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Publicado 04.05.2020 | Celia Martínez

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El Año Beethoven se celebra en diferentes ciudades de Alemania

Durante algunos años, parecía que Ludiwg van Beethoven estaba siguiendo los pasos de Mozart, tanto como futuro heredero del trono musical de Viena como desde el punto de vista compositivo. Quizá por ello, y tal y como su padre, Johannes Beethoven, había intentado años atrás, los viajes fueron determinantes en la vida del músico. En 1796, tras visitar Dresden y Leipzig, decidió pasar dos meses muy fructíferos en Berlín, la capital de Prusia.

Beethoven y Federico Guillermo II

La tradición e interés musicales de la monarquía prusiana ya eran conocidos desde los años del Rey Federico el Grande, uno de los máximos representantes de la Aufklärung, la Ilustración Alemana. Sabiendo que este monarca había invitado en varias ocasiones a Johann Sebastian Bach, Mozart trató de hacer lo propio años más tarde con Federico Guillermo II. Sin embargo, a pesar de su interés en la música, este Rey quedó mucho más impresionado con las capacidades de Beethoven al piano. La interpretación del músico tuvo lugar en el verano de 1796, en el Palacio de Mármol de la ciudad de Potsdam, y el monarca le ofreció quedarse en Prusia como músico de corte. Beethoven, sin embargo, que no quería ser lacayo de nadie, rechazó la oferta, convirtiéndose así en el primer artista independiente con libertad suficiente para elegir qué deseaba componer.

Palacio de Mármol en Potsdam, Alemania | Foto de istockbygettyimages

A pesar de la negativa del músico, Potsdam celebra este año el exitoso encuentro de Beethoven con el Rey Federico Guillermo II. A partir de septiembre, la Kulturhaus Babelsberg programa varios conciertos de cámara en los que se interpretarán algunas de sus obras para piano, como la sonata Appassionata.

Beethoven y su verano en Berlín

La estancia de Beethoven en Berlín en los meses de junio y julio de 1796 fue tremendamente fructífera. Además de componer dos sonatas para violonchelo dedicadas al Rey Federico Guillermo II, tocó en la Singakademie de Berlín cuando ésta tenía su sede en la Academia de las Artes. Fue una de las mejores épocas para Beethoven. Contaba con éxito profesional, independencia económica y bastante buena salud, algo no habitual en él.

Desde entonces, Berlín ha concedido una atención especial a la obra de este músico, y parte de la historia de la ciudad no podría entenderse sin lo que ha significado su obra. Referencias a su vida y a su repertorio pueden encontrarse paseando por la ciudad, como en la Staatsoper Unter den Linden, que ha programado dos de las sinfonías más importantes de Beethoven en dos fechas muy señaladas para 2020: el 3 de octubre se interpretará la Séptima Sinfonía de Beethoven como conmemoración de los 30 años de la Reunificación Alemana. Y el día 31 de diciembre, Daniel Barenboim despide el año con la dirección de la Novena Sinfonía de Beethoven.

Paseando por el Berlín de Beethoven

Continuando con el paseo por una de las zonas más monumentales de la ciudad, nos encontramos con la popular plaza Gendarmenmarkt, a pocos metros de la Staatsoper. En su sala de conciertos, conocida como Konzerthaus, había tenido lugar el estreno en Berlín de esta novena sinfonía en 1826. Asimismo, en el concierto de Navidad de 1989, Leonard Bernstein dirigía en esa misma sala la interpretación de esta obra como parte de las celebraciones por la caída del muro. En esta ocasión, una estatua del autor de la Oda a la Alegría, Friedrich von Schiller, presidía ya el centro de la plaza berlinesa que mejor apela a la convivencia y a la fraternidad de los pueblos.

Konzerthaus o sala de conciertos de Berlín, en la Gendarmenmarkt | Foto de Maria Miguel

Beethoven utilizó el texto de Schiller, An die Freude, como la expresión de la alegría que está por encima de los placeres y en el centro de todo: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. El propio músico llegó a afirmar “No hay nada mejor ni más bello que hacer felices a otros hombres”. Se consideró así en 1985 que este compositor y esta obra eran los más apropiados para crear el himno oficial de la Unión Europea a partir de la adaptación del coro final de la sinfonía que hizo Herbert von Karajan.

El año Beethoven en las principales instituciones musicales

Para quieres quieran conocer el Konzerthaus y disfrutar de una de las obras más destacadas del músico de Bonn, este otoño, la Kammerakademie de Potsdam interpretará en el Konzerthaus la Missa Solemnis bajo la dirección de Marek Janowski. Es sin duda una de las mejores ocasiones para escuchar una pieza cumbre de la música coral de Beethoven en una de las salas de conciertos más impresionantes de la ciudad.
También la Filarmónica de Berlín centrará su programación en la obra de cámara del músico. A partir del 30 de agosto, el Musikfest Berlin programa las 32 sonatas para piano de Beethoven interpretadas durante ocho veladas por Igor Levit en la sala de cámara del imponente edificio de Hans Scharoun.

Filarmónica de Berlín, del arquitecto Hans Scharoun

Además, la ubicación de esta sala merece sin duda un paseo por sus alrededores, tanto el recién renovado Kulturforum, como el antiguo coto de caza de la monarquía, hoy considerado el pulmón de la ciudad. Recorrer el Tiergarten implica encontrarse con monumentos a Johann Wolfgang von Goethe, Richard Wagner y, por supuesto, a los tres maestros del Clasicismo musical. En 1904 se inauguró un monumento dedicado a Ludwig van Beethoven acompañado de dos de sus más importantes referentes musicales en Viena: Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn.

La Novena Sinfonía de Beethoven para despedir el año con la Filarmónica de Dresden

Es Dresden, la capital de Sajonia, la ciudad que programa uno de los conciertos más espectaculares del Año Beethoven. El músico estuvo allí en abril de 1796 y se alojó durante una semana en el Hôtel de Pologne. El Príncipe Elector de Sajonia, amante de la música y de las artes, organizó un concierto para él en el Residenzschloss de Dresden. Desde entonces, y gracias en gran medida a la contribución de Wagner, la obra de Beethoven ha sido regularmente programada en la ciudad. 

También Marek Janowski, en este caso en el Kulturpalast de Dresden, dirigirá la interpretación de la Missa Solemnis en la apertura de la termporada 2020/2021. Y esta misma institución cierra el año 2020 y abre el 2021 con la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven por parte de la Orquesta Filarmónica de Dresden.

El Kulturpalast de Dresde | Foto de Maria Miguel por móvil

Es una ocasión única para disfrutar de esta obra magna del músico de Bonn así como de todas las obras programadas durante este Año Beethoven. Tanto Berlín, como Potsdam y Dresden quieren recordar al músico que lo cambió todo, al artista independiente, el genio romántico y la encarnación del cambio de siglo. En su caso mejor que en ningún otro, “la música constituye una revelación más alta que ninguna otra filosofía”, como él mismo llegó a afirmar. Gracias por tanto, Ludwig, y feliz cumpleaños.

Celia Martínez García